Las plantas aromáticas, las esencias y los aceites esenciales

¿Qué son las plantas aromáticas?

La versión corta de esta respuesta es que las plantas aromáticas son aquellas que emiten un olor (o aroma).

La versión un poco más larga de esta respuesta es que existen unas 800.000 diferentes especies de plantas en nuestro planeta. La gran mayoría de estas 800.000 plantas sintetizan componentes aromáticos. Dicho esto, solo se consideran como "plantas aromáticas" aquellas plantas que poseen una gran cantidad de células excretoras. Lo que diferencia una planta aromática de una planta no-aromática, por lo tanto, no es el hecho de sintetizar componentes aromáticos o no, sino la cantidad de componentes que sintetiza la planta. A efectos prácticos, y de manera muy resumida, calificamos las plantas como aromáticas cuando sintetizan suficientes componentes aromáticos como para que seamos capaces de percibir su aroma.

Vale, ¿y qué tienen que ver las plantas aromáticas con los aceites esenciales? Bueno, pues que todos los aceites esenciales vienen de las plantas aromáticas. Ahora bien: no todas las plantas aromáticas producen aceites esenciales! Dentro de las plantas aromáticas, tenemos plantas medicinales y plantas no medicinales. Además de sus potenciales usos terapéuticos, ciertas plantas aromáticas pueden usarse también para fines cosméticos y para fines alimentarios.

Y entonces, ¿qué son los componentes aromáticos? Los componentes aromáticos se caracterizan por tener una estructura compleja, por ser solubles tanto en cuerpos grasos como en alcohol, y por su volatilidad. Son la base de la aromaterapia y los que les dan las propiedades terapéuticas a los aceites esenciales y a los hidrolatos. Se pueden encontrar en distintas partes de la planta (por ejemplo, algunos estarán en las hojas, otros en las flores, o en la madera, en las ramas, en la fruta, etc.).

Las plantas aromáticas presentan diferentes tipos de aparatos excretores - es decir, de aparatos productores de esencia:

los pelos glandulares
las células epidérmicas
las bolsas y los canales glandulares esquizógenos

Para acabar de explicártelo con un ejemplo concreto, cogeremos la menta piperita. Si observamos una hoja de esta planta con un microscopio, veremos que está compuesta de una multitud de pequeños pelos, unos más alargados que otros.

Los primeros y más alargados son los órganos protectores, que preservarán la hoja de los rayos solares, de los insectos, del viento y de los otros peligros de su entorno. Los segundos, más cortos, son estructuras secretoras que, ante una acción mecánica, se deshacen y liberan su contenido, el aceite esencial. La próxima vez que tengas un aceite esencial entre las manos, fíjate en la etiqueta: si es bueno, especificará de qué parte de la planta proviene!

¿Qué son las esencias? ¿Para qué sirven?

Las esencias desempeñan varias funciones para las plantas. Aunque las esencias no son componentes absolutamente indispensables para ellas, sí ejercen un papel importante en su vida. Entrando ya en lo técnico, las esencias son lo que llamamos metabolitos secundarios. Decimos que son "secundarios" porque no ejercen un rol imprescindible en el crecimiento ni en la reproducción de las plantas. Dicho de otro modo, las plantas son capaces de sobrevivir sin sus esencias. Aún así, se pueden ver severamente afectadas por esta falta.

En pocas palabras, las esencias sirven de puente entre las plantas y su entorno natural. He aquí algunos ejemplos de las funciones (a veces sorprendentes) que cumplen las esencias para los vegetales:

En primer lugar, las esencias protegen a las plantas contra las bacterias, los virus y los hongos, así como contra algunos depredadores.

También sirven de paraguas térmico: las plantas bíblicas como la mirra y el incienso se protegen del calor del desierto filtrando los rayos del sol a través de una capa de aceite esencial.

Además, juegan un papel en la reproducción de las plantas, ya que se comunican con los insectos polinizadores y emiten perfumes para "seducir" a los insectos cuando sus flores llegan a la madurez sexual.

Por otra parte, las esencias también sirven de depósito energético. En caso de mal tiempo o de falta de sol, pueden compensar la disminución de la actividad fotosintética y ayudar así a la planta.

Y estos son solo algunos ejemplos, ¡podríamos seguir con muchos más!

¿A que son asombrosas las plantas?

Si te interesa esta temática, te recomendamos un libro apasionante de Peter Wohlleben: "La vida secreta de los árboles", que habla de las interacciones de los vegetales con su entorno en el bosque.

Los aceites esenciales y su uso terapéutico

¿Qué son los aceites esenciales?

Son el producto que obtenemos al destilar o extraer los compuestos aromáticos de la planta. Son solubles en alcohol y en cuerpos grasos, y no son solubles en agua.

Un aceite esencial de calidad terapéutica siempre debe ser puro (es decir, debe estar compuesto exclusivamente de la esencia extraída de la planta). Dicho esto, los aceites esenciales tienen estructuras muy complejas (suelen contener entre 150 y 300 constituyentes químicos!) Los constituyentes químicos pertenecen a diferentes familias bioquímicas, y son los que determinan las propiedades y la toxicidad de cada aceite esencial.

¿Qué es la aromaterapia?

La aromaterapia se encuentra en la intersección de diferentes disciplinas como la química, la botánica, la medicina y la biología. Dentro de este ámbito de estudio, además, encontramos tres grandes pilares.

¡Sigue leyendo para descubrirlos!

Los tres pilares de la aromaterapia

El estudio de la parte atómica de la planta y su acción bioquímica

Este es el pilar más estudiado y establecido de la aromaterapia. Se ha demostrado que existe una relación entre la estructura química de las moléculas aromáticas y su actividad terapéutica. Es decir, que algunas moléculas presentes en los aceites esenciales actúan directamente sobre los receptores bioquímicos de nuestro cuerpo, afectándolo así de diversas maneras.

Como acabamos de ver, los aceites esenciales se componen de varias moléculas que funcionan como un conjunto, creando sinergias entre sí. Puedes leer más acerca del tipo de moléculas en la pagina sobre los componentes de los aceites esenciales.

El estudio de los aceites esenciales como vectores energéticos

En este pilar, se estudian los aceites esenciales como “concentrados solares” que emiten o captan iones en el cuerpo. Así, pueden ser positivantes o negativantes, en función de si captan o emiten electrones.

Se han hecho estudios para analizar este fenómeno y los resultados han demostrado que algunas moléculas aromáticas tienen propiedades anti-oxidantes (que preservan nuestras células del envejecimiento) y otras pro-oxidantes (que ayudan a destruir células malignas).

El estudio de los aceites esenciales como vectores informacionales

Este último pilar estudia la información que nos transmite el aroma del aceite esencial. Esta información es entendida como una “energía circulatoria” que pasa a través del aroma del aceite y que es transmitida al cerebro. Esto puede activar funciones biológicas e incluso fisiológicas.

Este pilar es el que, a día de hoy, se ha estudiado menos en el ámbito de la aromaterapia científica. Por ello, es el menos establecido de los tres.

Además, no debes confundirla con la psicoaromatologia, un derivado de la aromatologia que no se basa en un claro razonamiento científico o bioquímico.